Eloise Salisbury: “Las preguntas difíciles son las que impulsan el cambio real”
Eloise Salisbury es Directora de Clientes en AutogenAI y fundadora de WISe (Women in SaaS). Con más de una década liderando equipos de Customer Success en empresas tecnológicas de rápido crecimiento, participará en el Digital Fundraising Hub 2025, que organiza la AEFr y se celebra el próximo 16 de octubre en Barcelona. En su ponencia compartirá estrategias para superar barreras profesionales, fomentar organizaciones inclusivas y aplicar la inteligencia artificial en beneficio del sector social.
Conversamos con ella en el Blog de la AEFr sobre liderazgo, sesgos, inclusión y el papel de la IA.
Has liderado equipos de Customer Success en empresas tecnológicas de rápido crecimiento. ¿Qué aprendizajes clave de ese recorrido crees que pueden inspirar a las personas que trabajan en el sector social?
Uno de los aprendizajes más importantes que me llevo es que el progreso real suele surgir de hacer las preguntas correctas en el momento adecuado. En la práctica, eso significa no centrarse solo en lo que va bien, sino atreverse a plantear también las preguntas difíciles e incómodas, porque ahí es donde suelen estar los riesgos o las oportunidades. Para quienes trabajan en el sector social, esta mentalidad es igualmente relevante. A veces son esas preguntas más honestas y directas -sobre sostenibilidad, inclusión o resultados a largo plazo- las que provocan nuevas ideas y evitan problemas futuros. En Customer Success buscamos siempre alinear nuestro trabajo con lo que más importa al cliente; en el sector social ocurre lo mismo: mantener la misión en el centro, pero ser valientes para cuestionar supuestos, probar ideas y preguntar “¿qué falta aquí?”. Esas conversaciones no siempre son cómodas, pero suelen ser las que conducen a un mayor impacto y resiliencia.
Durante el Digital Fundraising Hub vas a hablar de sesgos inconscientes y síndrome del impostor. ¿Qué consejo práctico darías a alguien que se enfrenta a estas barreras en su día a día?
El primer paso es llevar un registro de tus logros, para que los pensamientos de impostora no pasen por encima de los hechos. También es clave identificar qué está ocurriendo cuando aparecen los sesgos o las dudas, y no dejar que te definan. Construir una red de aliados que te apoyen y hacer preguntas que desafíen las suposiciones ayuda a generar cambios. Y, sobre todo, recordar que la confianza no llega de golpe, sino que se construye con preparación. Pequeños pasos prácticos como estos pueden transformar la manera en que te presentas cada día.
Desde tu experiencia, ¿cómo mejorarían las organizaciones si hubiera más mujeres en puestos de liderazgo? ¿Cómo ves a las ONG en cuanto a liderazgo femenino?
Cuando más mujeres acceden a posiciones de liderazgo se observa una mayor diversidad de pensamiento, más colaboración y, a menudo, una visión más enfocada en la sostenibilidad a largo plazo en lugar de los beneficios inmediatos. Además, las líderes suelen dar más importancia a la creación de culturas inclusivas, lo que repercute en mayor compromiso y retención de equipos. En las ONG suele haber más representación femenina que en el sector corporativo, pero no siempre en los niveles más altos. Todavía hay pocas mujeres en comités de dirección o consejos, y eso limita su capacidad de influir en decisiones estratégicas sobre financiación o políticas. Para que las organizaciones sean más equilibradas y eficaces, es necesario que esa representación llegue también a los espacios de mayor poder.
¿Qué políticas o programas has visto que realmente funcionan para crear entornos de trabajo más inclusivos y que potencien el talento?
Los que van más allá de la sensibilización y pasan a la acción. Por ejemplo, programas estructurados de mentoría y patrocinio donde los líderes senior tienen la responsabilidad de impulsar el talento subrepresentado y abrirles puertas. La flexibilidad también es fundamental: políticas de trabajo flexible, permisos parentales para todos los géneros o programas de reincorporación tras una pausa profesional ayudan a retener talento diverso y transmiten un mensaje claro de valor hacia todas las etapas de la vida. Y, por último, la medición es clave. Las organizaciones que analizan y publican datos sobre representación, equidad salarial y promociones generan una rendición de cuentas que impulsa cambios reales.
Desde tu rol en AutogenAI, ¿cómo crees que la IA puede aplicarse de manera responsable y con impacto positivo en las ONG que trabajan por el bien social?
Creo que la IA debe entenderse como una herramienta para aumentar el esfuerzo humano, no para sustituirlo. Si se aplica correctamente, libera tiempo y recursos que las ONG pueden dedicar a su misión estratégica. Pero el uso responsable es esencial: hay que vigilar los sesgos en los datos, ser transparentes sobre cómo se toman decisiones y proteger la privacidad de comunidades vulnerables. Establecer mecanismos como comités éticos, políticas de gobernanza de datos y comunicación abierta con los grupos de interés ayuda a asegurar que la IA sea una fuerza para el bien.
¿Por qué no hay que perderse el Digital Fundraising Hub 2025?
Porque vamos a hablar de temas reales: sesgos, síndrome del impostor, la importancia del liderazgo femenino, lo que de verdad funciona para crear lugares de trabajo inclusivos y cómo la IA puede ayudar a las ONG a hacer más bien. Va a ser honesto, práctico y lleno de ideas que se pueden poner en marcha de inmediato. No os lo podéis perder.