10 julio, 2025

Cumbre FFD4 Sevilla 2025: ¿Un nuevo punto de partida para la financiación al desarrollo?

Escrito por AEFr En Blog, Noticias with No comments

Durante cuatro días, Sevilla se convirtió en el epicentro mundial del desarrollo sostenible durante la celebración de la 4ᵃ Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo.

Más de 15.000 delegados de 150 países, incluidos 60 jefes de Estado, se reunieron para reflexionar sobre cómo acortar la brecha de financiación de 4 billones de dólares que aún separa a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de su materialización. La cumbre estuvo marcada por la ausencia de Estados Unidos, que antes del cierre de USAID aportaba el 40 % de la ayuda internacional, en línea con el nuevo paradigma de recortes en financiación al desarrollo impulsado por la administración Trump.

Hacia un compromiso con rostro

La cumbre ha logrado el consenso en torno al denominado “Compromiso de Sevilla”, un documento que recupera y actualiza las promesas de la anterior cumbre en Addis Abeba (2015), estableciendo tres ejes de acción:

  • Financiación para los ODS: se propone cerrar la brecha financiera y triplicar la capacidad de préstamo de los bancos multilaterales de desarrollo.
  • Alivio de la deuda: se propone la creación de mecanismos para canjear deuda externa por inversiones al desarrollo, la pausa del pago de las deudas en momentos de emergencia y una alianza por la reestructuración de los créditos.
  • Justicia fiscal global: avanzar hacia la Convención Fiscal de la ONU y movilizar recursos mediante impuestos a los más ricos, al uso de jets privados y a los beneficios empresariales.

Se lanzaron más de 100 iniciativas bajo la denominada Plataforma de Acción de Sevilla, que incluyen:

  • Bonos verdes, que incentiven proyectos situados bajo el marco de sostenibilidad ambiental.
  • Aplicación de tasas a productos considerados nocivos para la salud, como los ultraprocesados, los que llevan excesos de azúcares o los productos alcohólicos.
  • Medidas concretas para aumentar la capacidad fiscal de los países que más lo necesitan, con el uso de tecnología novedosa para la persecución del fraude fiscal.

El sector privado, presente en el Foro de Negocios, se comprometió a inyectar 10.000 millones de dólares en inversión de impacto.

De la palabra a la acción

Pedro Sánchez hizo hincapié en la voluntad política para la consecución de los objetivos sostenibles: “No podemos caer en absoluto en la complacencia, debemos de alzar nuestra voz frente a los que intentan convencernos de que la rivalidad y la competencia van a marcar el camino de la humanidad”. La UE, representada por Úrsula Von der Leyen, reafirmó su compromiso con la inversión y reglas fiscales justas: “Europa está lista para invertir e innovar (…), en estos tiempos de incertidumbre, podéis contar con nosotros, (…) la UE representa el 42 % de la ayuda internacional, esto es un orgullo para nosotros”.

Críticas: el tercer sector no se conforma

La sociedad civil y el tercer sector, no se callaron frente a lo que se consideró como un buen síntoma para un cambio, pero todavía muy insuficiente:

  • Ambición limitada: Ángeles Fernández (Coordinadora Andaluza de ONGD) lamentó que el documento se quedara corto y que transmita una “falta de ambición para tomar medidas de verdad que se puedan realizar y que supongan un cambio vital para la gente».
  • Responsabilidad incumplida de los ricos: el director general de Oxfam Intermón, Franc Cortada, recriminó que: “los países más ricos han eludido su responsabilidad frente a la creciente crisis de deuda”, señalando además que ese nivel de endeudamiento “afecta a más de 3.000 millones de personas”.
  • Marginalización del tercer sector: más de 1 000 representantes de la sociedad civil —incluyendo ONG y movimientos sociales internacionales— denunciaron sentirse fuera del proceso y sin influencia real. Así como la escasa participación en negociaciones clave, y dificultades para obtener acreditaciones y acceso a salas donde se decidían puntos fundamentales del Compromiso de Sevilla.

Retos por delante

Sevilla ha sido un paso necesario para mantener vivo el multilateralismo en una era post-EE.UU. y acordar acciones más concretas que en la pasada edición de la capital etíope. Sin embargo, las críticas del tercer sector recuerdan que las propuestas no son suficientes, ya que falta respaldo real al alivio de deuda (sobre todo de países africanos), escuchar y dar espacios al Sur Global, practicar la conversión decidida de deuda en inversión al desarrollo, y no dejar a la sociedad civil atrás.

El sector del Fundraising tenemos ante nuestros ojos un horizonte desafiante, pero hay que tener esperanza. El compromiso de Sevilla reconoce que sin movilización de recursos privados con propósito social no hay ODS posibles. Ahora bien, no se trata de privatizar la agenda del desarrollo, sino de articular alianzas más equitativas, donde el tercer sector actúe como puente entre ciudadanía, instituciones y empresas.

El compromiso está sobre la mesa, las objeciones también. Ahora toca demostrar que es posible otra forma de financiar el futuro: más justa, más inclusiva y más centrada en las personas.

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